El pasado 1 de marzo entró en vigor la nueva etiqueta energética. Un cambio bastante notable en la forma en la que todos vemos o valoramos un electrodoméstico. Lo primero que hay que decir es que le afecta a la mayoría de productos, pero no a todos. Frigoríficos, lavadoras, lavasecadoras, lavaplatos y televisiones.
Desgranemos tres preguntas fundamentales en esta cambio. La primera reacción ante un cambio es pensar ¿era necesario el cambio?, una vez que vences el primer obstáculo piensas ¿en qué consiste el cambio? y luego haremos una reflexión ¿se podría haber gestionado mejor el cambio?.
¿ERA NECESARIO EL CAMBIO?
La verdad es que la etiqueta anterior había quedado algo obsoleta y desfasada. La evolución tecnológica de los electrodomésticos había supuesto una eficiencia tal que los baremos de la etiqueta quedaban muy por encima de los consumos de los electrodomésticos. Por eso no era extraño ver clasificaciones como A++ o A+++ o incluso A+++ (-40%). En resumen, los electrodomésticos eran más eficientes que la propia etiqueta.
¿EN QUÉ CONSISTE EL CAMBIO?
Pues básicamente y en pocas palabras, el cambio consiste en que se han reformulado los cálculos y redifinido los criterios para clasificar de la A a la G. Haciendo esos criterios más exigentes para clasificar "alto". La idea inicial era dejar actualmente las categorías A y B con unos requisitos tales que actualmente ningún electrodomésticos los cumpliría, con el fin de que no pasara como con la etiqueta anterior, para que la evolución tecnológica que venga tenga su cabida en esta etiqueta. Esa era la idea pero ya hay algún electrodoméstico que tiene una A en su categoría energética.
Entonces no es que ahora los electrodomésticos consuman más, es que ha cambiado la vara de medir. ¿A quién no le ha pasado que al usar una báscula de baño se ha llevado un susto al ver su peso y luego ve que estaba en libras, en lugar de en kilogramos? Pues esto es lo mismo, vas a pesar lo mismo pero si mides en libras, la cifra hará referencia a libras y si mides en kg, la cifra hará referencia a kg.
¿SE PODRÍA HABER GESTIONADO MEJOR EL CAMBIO?
Rotundamente SIIIIIIIII. Después de todas las campañas realizadas, la concienciación que los profesionales hemos ido haciendo al público, tanto que ya no se pedía "quiero un frigo bosch o electrolux" se pedía "quiero un frigorífico A+++", pues bien después de la gran concienciación general que había con respecto a importancia de elección de un electrodoméstico ampliamente eficiente, entendemos que se debería haber propiciado un periodo transitorio en el que coexistieran las dos etiquetas expuestas en tienda para una transición menos confusa.Por ejemplo el cliente que venía pidiendo un A+++ se puede dar que en ocasiones ese frigo actualmente puede ser D, incialemente es un shock.
No queríamos pero al final ha quedado un poco largo. Para más información y detalles recuerda que puedes pasar por la tienda o escribirnos y estaremos encantados de escucharte.